En un nuevo encuentro de Buen Vivir, recibimos al Dr. Julio Tarabini y a la Lic. Sandra Fugazot, fisioterapeuta. Ambos conforman un equipo que combina medicina y fisioterapia con un mismo objetivo: ayudar al cuerpo a recuperarse y volver al movimiento.
“Son como el dúo dinámico para repararte cuando te rompés”, comentó entre risas la conductora, que habló con conocimiento de causa: “me han recauchutado varias veces, como cuando uno lleva el auto al taller”.
Durante la charla, los especialistas explicaron que cuando se produce una lesión articular —por ejemplo, en una rodilla o un tobillo— puede tratarse de manera no quirúrgica, salvo que la ruptura sea muy grande o genere inestabilidad.
“En esos casos sí recurrimos a la cirugía”, explicó el Dr. Tarabini. “Pero en muchas otras situaciones se puede optar por un tratamiento conservador, siempre que se realice bajo control profesional y con seguimiento”.
Entre las lesiones más comunes mencionaron las rupturas de tendones, especialmente el tendón de Aquiles y los tendones cortos rotadores del hombro.
“A partir de los 65 años, la mayoría de las personas tiene al menos un tendón del hombro roto sin saberlo. Esas pequeñas roturas muchas veces pasan inadvertidas y el cuerpo las compensa”, señaló el doctor.
La fisioterapeuta Sandra Fugazot destacó que los avances tecnológicos, como la resonancia magnética o la ecografía, permiten diagnosticar con precisión y decidir si el abordaje debe ser quirúrgico o no.
“Hoy podemos ver exactamente qué está pasando dentro de una articulación y planificar la mejor estrategia de recuperación.”
Durante el programa, la conductora compartió también su propia experiencia:
“Soy jugadora de vóleibol y se me rompió un tendón del hombro. Un médico me dijo que no podría jugar más, pero gracias al tratamiento que hicimos con ellos pude volver a entrenar y a competir. Incluso jugamos un campeonato y subimos de categoría. Así que soy testimonio de que se puede.”
El Dr. Tarabini explicó que la decisión de operar o no depende de múltiples factores: el tipo de lesión, la edad, el estilo de vida y la experiencia del profesional.
“Siempre que sea posible, intentamos un tratamiento conservador, que si evoluciona bien evita una cirugía. Lo importante es el control: una rotura pequeña puede crecer si no se trata correctamente.”
Casos que inspiran
Entre los casos más recordados del equipo está el de un neonatólogo que había sufrido una rotura masiva de los tendones del hombro y ya no podía sostener a los recién nacidos.
“Con entrenamiento y rehabilitación pudo volver a su trabajo sin necesidad de cirugía”
Otro caso emblemático fue el de Perla, una paciente de 98 años, instructora de karate y quinta dan.
“A los 64 años sufrió una rotura masiva de tendones que le impedía competir y no podía operarse. Optamos por un tratamiento conservador, desinflamamos la articulación y trabajamos la fuerza y movilidad. Meses después viajó a Tailandia, compitió en el Mundial y ganó la medalla de bronce, alzando la copa con el hombro lesionado.”
Historias como la de Perla y tantas otras demuestran que el cuerpo tiene una enorme capacidad de recuperación cuando se lo acompaña con ciencia, paciencia y trabajo en equipo.
“No importa si hacés deporte o simplemente querés moverte sin dolor —concluyeron los profesionales—, siempre hay opciones. Lo importante es consultar a tiempo y no resignarse. Se puede volver a estar bien.”