Cada persona es distinta, y lo mismo sucede con la forma en que nuestro cuerpo procesa los alimentos. Por eso, muchas veces dos personas hacen la misma dieta y obtienen resultados diferentes. La explicación puede estar en la nutrigenética, una disciplina que estudia la relación entre nuestros genes y la nutrición.
La Dra. Rita González, directora de la Clínica Epigenética Uruguay y especialista en microbioma intestinal, explicó que el estudio nutrigenético es un test sencillo que se realiza con una muestra de mucosa oral. A partir de ese análisis se obtiene un mapa de ADN personalizado en relación con la nutrición.
Este estudio permite conocer:
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Cómo metabolizas grasas e hidratos de carbono.
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Qué tipo de ejercicio es más efectivo para ti.
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Tu predisposición a la obesidad, la regulación del apetito y la saciedad.
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La relación entre tus genes, el metabolismo y la salud intestinal.
La información genética no es un destino inmutable: los hábitos, la alimentación y el estilo de vida pueden “activar o desactivar” genes, gracias a lo que se conoce como epigenética.
Un enfoque integral incluye no solo el test, sino también la restauración del intestino —nuestro “segundo cerebro”— mediante terapias como la hidroterapia de colon, que optimizan la absorción de nutrientes y ayudan a mejorar la salud de manera global.
En palabras de la Dra. González: “Tener esta información es como hacerse un traje a medida. Nos permite diseñar estrategias personalizadas para la alimentación, el ejercicio y los hábitos que realmente funcionan para cada persona”.
La nutrigenética, junto con la epigenética y el cuidado del microbioma intestinal, abre el camino hacia una salud más plena, una mejor calidad de vida y, en muchos casos, la recuperación del peso saludable como consecuencia natural de un organismo equilibrado.